jueves, 9 de junio de 2016

REAL ZARAGOZA: LAS BASES DEL FUTURO

Los jugadores frente a la afición en Palamós (foto de www.marca.com)
Han pasado cinco días de la negra noche de Palamós. Sigo enfadado con el mundo. Mejor dicho, con un mundo… Con un mundo de futbolistas que tienen el excelso honor de defender una camiseta y un escudo, que cobran por haber cumplido el sueño de su vida y que forman un selecto grupo de privilegiados de la vida. Lo mínimo que se les puede pedir es profesionalidad, decencia y orgullo. Todo eso y mucho más quedó en entredicho después de que la Llagostera nos pasara por encima como un ciclón y arrasara a un equipo, sin respuesta, a una afición, que sigue desolada a día de hoy, y a una ciudad como Zaragoza, gloriosa e inmortal, que merece un equipo campeón.


Lapetra pidió la ayuda de todos para seguir adelante (foto de Heraldo)
En cuanto a las ruedas de prensa de la semana, poco que decir. Intentaré ser objetivo en la medida de lo posible. El presidente Lapetra fue el primero en comparecer ante los medios de comunicación. Aunque muchos lo critican porque no pidió perdón, lo cierto es que sí lo hizo con anterioridad y sí estuvo junto a los aficionados que presenciaron la debacle zaragocista frente a la Llagostera.

En la rueda de prensa demostró su talante de gestor e hizo el papel que su cargo requiere, frío y basado en los números (rojos), y más si tenemos en cuenta que el Real Zaragoza se encuentra en este momento en una caótica situación económica, que están tratando de reconducir. El ascenso a Primera hubiese dado una gran vitalidad al proyecto zaragocista, pero todos sabemos, y Lapetra, entre otros, lo había reconocido públicamente, que siempre se había contemplado la posibilidad de que el equipo podía no subir. De hecho, la vía de la promoción no deja de ser una lotería.

Lapetra hizo un llamamiento general a las instituciones aragonesas, a los empresarios que quieran formar parte del club y a los aficionados. Considera que todos somos necesarios en esta prolongada y tediosa reconstrucción del Zaragoza. Eso sí, perdió la oportunidad de pedir perdón a todos de forma generalizada. Él no jugó en el municipal de Palamós, pero sí es el máximo responsable del club y tenía que haber mostrado su enfado con mayor vehemencia. En todo caso, este es tan solo mi punto de vista.

Julià trazó las líneas del futuro Zaragoza (foto de El Periódico de Aragón)
En cuanto a la rueda de prensa de Julià, sus palabras se quedaron entre poco y nada. Bien es verdad que me lo imaginaba. Como periodista, y de nuevo como aficionado, me hubiera encantado que nos diera el nombre del futuro entrenador del Zaragoza, o de las opciones que baraja la dirección deportiva para el banquillo, de los posibles fichajes, o de qué jugadores podrían quedarse. Pero, por el contrario, si yo fuera Julià, tampoco hubiese adelantado nombres. Hacerlo hubiese sido un suicidio y más teniendo en cuenta la posición del club en estos momentos complicados.

Dejó claro Julià que la situación económica condiciona la organización deportiva. Creo que todos somos conscientes de ello. Insistió en que, más que una excusa, es el escenario de realidad sobre el que se construirá el futuro Real Zaragoza. En cualquier caso, mostró abiertamente su decepción por lo que pasó en Palamós, a lo que no encontró explicación lógica. Pidió perdón a todos los aficionados, pues «el principal valor del Zaragoza es la afición a la hemos defraudado». Indicó que esta derrota tardará en olvidarse y afirmó que entendería que la afición no acudiera en masa al estadio en el primer partido de la próxima temporada. Evidentemente, sabe que eso no pasará. Aunque también es consciente de que tendrá que trabajar duro en las próximas semanas para volver a conquistar a una afición cuyo corazón quedó herido y maltrecho después de lo sucedido en Palamós.


"Ante todo, Zaragoza" (foto de @RZCD1932legend)
No profundizó demasiado en las causas, pero sí confirmó que el partido Llagostera-Zaragoza quedó fuera de las casas de apuestas españolas, lo demostraba que no se trataba de un simple rumor. Reprochó a los jugadores su actitud e incidió en que la bajada de prestaciones se produce a partir del encuentro frente al Numancia. En el análisis del partido de Palamós, Julià y yo coincidimos en que si la goleada se produce en mitad del campeonato, no hubiera pasado nada. Pero discrepamos en lo de los ocho jugadores titulares frente a la Llagostera con contrato en vigor, que hubieran podido jugar en Primera. Y discrepamos porque yo considero que muchos de esos jugadores no hubieran tenido cabida en una plantilla formada para competir en la máxima categoría.

Y ya para ir cerrando esta entrada, cabe señalar que, aunque no dio nombres, Julià si ofreció las líneas maestras del Zaragoza que quiere construir para afrontar con garantías la próxima temporada. Del nuevo entrenador dijo que «requiere personalidad para aguantar el entorno» y también que «tiene que conocer la categoría». Y añadió Julià que al nuevo técnico zaragocista se le va a exigir compromiso, como a los jugadores que formarán la próxima plantilla.

Manu Lanzarote (foto de @jalopezarilla)
El futuro Real Zaragoza se va a definir por el carácter, por la garra y por la rasmia. Así describió Narcís Julià a los jugadores que compondrán la plantilla zaragocista en la que será su cuarta temporada consecutiva en la categoría de plata del fútbol español. El director técnico blanquillo anunció numerosos cambios. Los que lleguen tendrán que demostrar desde el primer día su capacidad para salir a ganar todos los partidos. «Personalidad, compromiso, ganas de dejarse la piel»: estas son las virtudes que deberá mostrar cada uno de los futbolistas que lleguen al nuevo Real Zaragoza. Añadió que se está trabajando para conseguir la continuidad de Lanzarote y Guitián, aunque en el caso del catalán dejó entrever que no iba a ser fácil. Apuntó que, en cualquier caso, también dependía de ellos.

José Antonio López Arilla.
Twitter: @jalopezarilla
Instagram: josean_lopez

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